Museo Navalruta comercial que durante 250 añostres continentesnaves españolas conectaron Asia, América y Europa
http://www.hoyesarte.com/evento/2016/09/galeon-de-manila-250-anos-uniendo-tres-continentes/?utm_source=Boletin_20160922_1647&utm_medium=boletin&utm_campaign=boletin
http://www.armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/ciencia_organo/prefLang_es/01_ciencia_museo--01_informacion-museo-naval--02_prensa-museo-naval--01_noticias--2016--09_SEPTIEMBRE--GALEON_MANILA_es?_selectedNodeID=2735093&_pageAction=selectItem
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2016/09/16/sociedad/el-galeon-de-manila-que-unio-tres-continentes
http://www.abc.es/cultura/abci-galeon-manila-zarpa-desde-museo-naval-201609151445_noticia.html
http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2016/09/19/57e034df468aebf0038b4608.html
El Museo Naval presenta el inicio, desarrollo y desaparición de la ruta comercial que durante 250 años (1565-1815) unió tres continentes. Los visitantes podrán experimentar a través de dispositivos de Realidad Aumentada (RA)* cómo, durante ese período, las naves españolas conectaron Asia, América y Europa a través de dos grandes vías marítimas, la Carrera de Indias y la del Galeón de Manila.
Aunque el descubrimiento de América fue un hito en los logros de la Corona española, ésta nunca abandonó su objetivo de encontrar una ruta marítima hacia la India y China. Y ésta fue también la razón más importante que guio la política exterior de Fernando “el Católico”, ya como regente de Castilla. En 1513, la expedición terrestre guiada por Vasco Núñez de Balboa, con casi mil hombres, atravesó por primera vez el istmo de Panamá. Fue hacia finales de septiembre cuando avistaron el Mar de Sur y tomaron posesión solemne de aquel mar en nombre del rey de España.
Llegado al trono Carlos I, nieto de Isabel y Fernando, envió a Fernando de Magallanes en una nueva expedición a la búsqueda de la ruta que le asegurara el suministro de especias. El empeño seguía siendo arribar a costas de Asia navegando por Occidente. En agosto de 1519, el marino portugués partió de Sevilla y navegó por el Océano Atlántico hacia América. Costeando Brasil alcanzó el extremo sur de este continente –Estrecho de Magallanes- y desembocó en el tranquilo Mar del Sur, que desde entonces será conocido como Océano Pacífico. Siguió su derrota hacia Occidente y descubrió las islas Filipinas. Magallanes fallece tras enfrentamientos con los nativos y es su oficial más experimentado, Juan Sebastián Elcano (Primus Circumdedisti Me), quien finaliza la misión. Después de una travesía agónica, en septiembre de 1522 desembarcan en el puerto de Sanlúcar de Barrameda 18 de los 265 hombres que iniciaron la expedición.
A esta experiencia se sucedieron las de García Jofre de Loaysa en 1525, Álvaro de Saavedra en 1542 y Miguel López de Legazpi, con su piloto y cosmógrafo Andrés de Urdaneta, en 1564. Y ésta fue la que descubrió el tornaviaje: Felipe II ordenó en 1564 una nueva expedición que comandó López de Legazpi, ayudado por el fraile agustino Andrés de Urdaneta, presente también en la fallida expedición de Loaysa. En noviembre de ese año zarparon del puerto de Navidad, en Nueva España (México). Arribaron a Filipinas en febrero de 1565. En junio de ese año partió la nao San Pedro con Urdaneta al timón. El piloto mandó poner rumbo nordeste, encontró la corriente del Kuro-Shivo –o corriente del Japón- navegó entre las latitudes 30º y 39º N. Siempre hacia el este, vieron tierra, la isla Deseada frente a la costa de California. Arrumbaron hacia el sur y anclaron el 1 de octubre de 1565 en el puerto de Acapulco.
Así pues, en 1565 se estableció la ruta del “Galeón de Manila, la “Nao de China” o “Galeón de Acapulco” que unió Asia, América y Europa, a través de Manila y Acapulco, y que estuvo en servicio hasta 1815.
Un trayecto, el que partía de Cavite, en la bahía de Manila, se iniciaba en junio. Una vez embarcada la mercancía, navegaban por el interior del archipiélago filipino. Recalaban en los puertos de San Jacinto o de Sorsogón para proveerse de víveres frescos y agua y finalizar el reclutamiento de la tripulación.
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A veces tenían que esperar más de un mes para vencer las corrientes y salir al Pacífico. Una vez en la latitud 38ºN, entre treinta y cuarenta días más tarde se avistaban las “señas” (unas algas) que anunciaban la proximidad de las costas americanas. Así, tras una travesía de 130 a 200 singladuras, fondeaban en el surgidero de Santa Lucía, en el interior de la bahía de Acapulco. En sus muelles se desestibaba la carga. La que era destinada a la metrópoli, era llevada por tierra siguiendo el Camino de Asia hasta Veracruz, en la orilla atlántica. Ya en este puerto, nuevamente la mercancía era ordenada en los navíos y transportada al principio a Sevilla y, posteriormente, a Cádiz.
En Manila se embarcaban productos del entorno con destino a Acapulco: especias de Ceilán, Molucas y Java; seda, marfil, porcelana, lacas y madreperlas de Amoy (actual Xiamen) y Japón; alfombras, tapices y prendas de algodón de la India y el sudeste asiático. Desde el puerto de Acapulco, en el Galeón de Manila viajaban misioneros, oficiales reales, mercaderes y soldados. También, plata, animales (vacas y caballos) y plantas (maíz, cacao, tabaco, caña de azúcar, tomate, calabaza, pimiento, etc.).
Para el viaje de vuelta, desde Acapulco a Manila, la nave salía en marzo o abril. Buscaba los vientos alisios del este en el paralelo 10ºN del “Mar de las Damas”. Continuaba con rumbo oeste hasta la isla de Guam. Se hacía escala. Seguían hacia el oeste hasta fondear en la isla de Samar. Se alcanzaba el estrecho de San Bernardino y, desde aquí, se llegaba en el mes de junio o julio a la bahía de Manila. Había realizado un recorrido de más de 8.000 millas, en 100/140 singladuras.
Las llegadas del Galeón representaban un gran acontecimiento comercial y social. Los productos eran expuestos y vendidos en ferias y mercados (del Parián en Manila y Ciudad de México), dando lugar a una importante reactivación económica.
Sin embargo y como se apunta en el Prólogo del catálogo de la exposición, “el Galeón de Manila no sólo era portador de valiosas y exóticas mercancías, sino que tuvo un gran impacto espiritual, social, económico y cultural, influyendo en los países que enlazaba en la arquitectura, arte, religión, costumbres, gastronomía…”.
*Realidad Aumentada (RA)
El Museo Naval de Madrid incorpora una App de Realidad Aumentada (RA) en su próxima expo temporal “El Galeón de Manila. La ruta española que unió tres continentes”. El Museo Naval ofrece una experiencia didáctica e interactiva sobre los viajes de los descubridores que navegaron para la Corona española.
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El visitante de la muestra contará con todas las facilidades posibles ya que se podrá descargar gratuitamente en su smartphone o tablet la App. La Ruta del Galeón en Apple Store y en Google Play, que funciona exclusivamente en el mapa de RA, Rutas y Descubrimientos de la corona española del Museo Naval. Asimismo, dispondrá de Free Wifi: RealidadAumentada_app. Finalmente, contará con préstamo limitado y gratuito de tablets con la app ya preinstalada.
Una vez descargada la app en su smartphone o en su tablet, el usuario deberá enfocar su dispositivo sobre la mesa de RA, con un mapamundi (160 x 90 cm) proyección de Mercator, con las áreas de influencia española y portuguesa. Y comienza su viaje.
Envuelto en un ambiente marítimo, escuchará sonidos de oleaje, tormentas, aves y verá, modelados en 3D, galeones, naos orientales, nubes, gaviotas… al seguir las expediciones de Magallanes y Elcano, García Jofre de Loaysa, López de Legazpi y Urdaneta, Vizcaíno y las rutas del comercio asiático con Manila. En cada una de ellas encontrará hitos y eventos con información interactiva.
Con este proyecto de Realidad Aumentada, el Museo Naval de Madrid busca la participación de toda la familia en una experiencia pionera en la cultura europea. Y para ello ha contado con la profesionalidad de Arte y Más, empresa formada por creadores y desarrolladores españoles.